Sosopecho que muchos de ustedes cantan melodías y, en general, improvisan en sus mentes en los ratos libres o cuando se van a dormir esperando conciliar el sueño. Deberíamos tratar de cantar con nuestra voz y tambien tocar en nuestros instrumentos lo que oímos en la mente-
La mente es el origen de todo pensamiento musical.
Si los músicos en general pudieran tocar lo que cantan, serían mucho más felices. El pensamiento musical creativo sería algo así:
La voz (canto) usualmente puede acercarse a la entonación, rítmicas, y demás elementos escuchados en nuestra mente que los instrumentos (guitarra, saxo, piano, trompeta, etc.). Ya que el instrumento elegido es algo aprendido externamente, es el menos capaz de reproducir lo que la mente nos dicta. Por lo tanto, las personas mejor entrenadas técnica y auditivamente son más capaces para llevar al instrumento las ideas originadas en la mente.
Los Pensamientos nos llevan a la Voz (Canto) y esta a su vez nos conduce al Instrumento, produciendo Música.
Cuídense de no comenzar cantando (mentalmente o con la voz) sólo ideas musicales que sepan que pueden tocar en el instrumento. Mantengan la mente abierta en todo momento. Déjenla divagar, arriesgar y sobre todo libérense del régimen de la práctica. La razón de practicar ejercicios (armonía, melodía, audioperceptiva) es ganar libertad, dinamismo y técnica en el instrumento para así poder improvisar espontaneamente y llevar el pensamiento musical al mismo. El trabajo conciente y el desarrollo de todos los sentidos pueden elevar la habilidad para la creatividad musical.
Todo buen músico ha escuchado a los grandes que le precedieron, por eso es muy normal que copien el sonido de sus ídolos, como así tambien el fraseo, la articulación, la elección de las notas, el dinamismo, etc. Esto es muy bueno para encaminarse hacia una buena improvisación (no sólo melódica, sino también armónica, rítmica, arreglar y rearmonizar en el momento, etc.) Una vez que esto se logra internalizar, sólo irá apareciendo el propio sonido, articulación, etc. La identidad musical es el mayor obejetivo que puede tener un músico. Mientras mayor y mejores sean las herramientas musicales que manejemos, más cerca estaremos de este propósito, y por lo tanto más libres nos sentiremos. Allí es donde entraremos en el verdaero terreno de la musicalidad.
Se tiene que oír la musica con el objeto de ejecutarla correctamente.
Recomiendo estudiar audioperceptiva, esto tenderá a lograr los obejtivos citados anteriormente y a liberarnos a la hora de hacer música, descubriremos que el instrumento es sólo un canal para transmitir no solo las ideas musicales, sino también las emociones que las acompañan.
Lograr oír y descernir la música nos lleva a vivir la música.
(Tomado en parte del libro de Jamey Aebersold "How to play Jazz and improvise")
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